Noix de Saint-Jacques et gastronomie de Bretagne
© Jacqueline Piriou
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Productos locales y oficios tradicionales

Bretaña es una región que ha sabido preservar sus oficios marítimos y terrestres, sus tradiciones ancestrales y su artesanía local. Es una oportunidad para comer bien, pero también para descubrir oficios raros, originales y tradicionales.

Productos bretones, recetas bretonas...

La gastronomía bretona está llena de color y sabor. El descubrimiento de su destino de vacaciones estará inevitablemente salpicado de pequeñas "paradas" gastronómicas, muchas de ellas deliciosas. Especialidades famosas son las tortitas y galettes de trigo sarraceno, el kouign-amann, el gâteau breton, el far breton, el caramel au beurre salé, la andouille de Guéméné, acompañados de zumo de manzana, chouchen o sidra. Los mercados de Erquy son una buena ocasión para degustar estas maravillas bretonas. A partir de octubre, llega a las estanterías la vieira, joya culinaria de la bahía de Saint-Brieuc.

En el corazón de Plévenon, un productor de ostras huecas de Cap Fréhel le espera para una deliciosa degustación. En Saint Cast Le Guildo, los epicúreos pueden reunirse en los huertos de la granja de las Landas, ¡donde los manzanos producen una sidra tan deliciosa! Si pasa por Saint-Brieuc, aproveche para visitar una cervecería artesanal y descubrir la receta de la cerveza de algas.

Conozca a los artesanos, sus oficios y su saber hacer

Este verano, opte por el "turismo del saber hacer" en Bretaña. La mejor manera de descubrir una región, su cultura y sus tradiciones es a través de sus artesanos. Aproveche sus vacaciones de camping en Erquy para descubrir la artesanía del mar y de la tierra. Los más madrugadores podrán visitar la subasta de pescado de Erquy y asistir en directo a la venta del pescado. Otros preferirán sumergirse en un mundo más gourmet, el de los talleres de la fábrica de galletas Brieuc Breton, en Yffiniac.

Durante sus paseos, abra de par en par las puertas de los talleres y galerías y seguro que se sorprenderá: escultores, pintores, sopladores de vidrio, ceramistas, ebanistas, torneros de madera, marroquineros... ¿Y por qué no apuntarse a un taller de cerámica, pintura o alfarería? Si quiere salirse de los caminos trillados, puede visitar los criaderos de mejillones bouchot de Hillion, cerca de Saint-Brieuc, una granja de cabras de Angora en la zona de Corlay, o la Cidrerie de la Baie, en la carretera de Cap Fréhel.